miércoles, octubre 12
De repente...

Hace un año, en la fiesta anterior, colapsé con el pisco sour. Este año, tipo 4, ya me estaba dando sueño. Y no tomé nada excepto sprite y agua (bueno, un par de souers, cuando ya me iba). El cumpleañero no apagó velitas ni hubo torta. Bailamos ritmos previos a reggeton (así se escribe?) Cantamos con el karakoke. Pero sólo un rato, porque quedábamos re pocos. Faltaron algunos invitados clásicos de la fiesta. Si vamos el próximo año, capaz que nos den un trofeo al mérito. ¿Será que ya nos estamos poniendo viejos?