Y empezó no más la cosa.

He tenido dos experiencias extrañas ya con el plancito de transportes, una por la que me siento mal y la otra culpable.
La primera fue el sábado, que quería ir a un asado en casa de una amiga, en San Bernardo. Me dieron tooodos los datos para llegar y no fui capi. Tenía que tomar el metro hasta el 18 de no sé que calle (sorry, siempre se me confunde) y de ahí, un colectivo que no llegó re nunca. La cosa es que fueron como tres horas perdidas esa tarde-noche... en fin, traté pero no pude. Fue re triste y frustrante.

La otra fue esta mañana.
Se suponía que los troncales (los verdes con blanco), empezaban a cobrar esta mañana, mientras que los locales (de colores), no lo hacen hasta el viernes. El tema es que me demoré más de la cuenta en salir y ahí figuraba yo, en pleno San Pablo, tomando una micro a todas luces era gris. Me subo y el chofer me indica que la tarjetita hay que pasarla por el sensor, y que los troncales cobran y los otros no, y yo le explico que ya lo sé, que he usado el sistema antes. Y me insiste, como recordandome, que los locales son los que no cobran hoy. Y yo que sí, que ya sabía... Subió un caballero (ya íbamos dos pasajeros), y el chofer le explica lo mismo que a mí. El caballero saca su Pip! y paga. Y yo casi reclamo por que le estaban cobrando al pobre, pero ya tenía que bajarme. La sorpresita fue que, cuando partió la micro, caché recién su colorcito verde al costado y me sentí más culpable que la cresta... Por eso era que me explicaba tanto... Ahora, cuando suban las tarifas debido a la gente que no paga, estoy segura que me sentiré responsable por ello...